Primera Temporada
Florencia es una chica huérfana que trata de subsistir y trabaja en una verdulería y dedicando el tiempo libre a sus amigos de la banda de música. Al irse la cantante, Florencia ocupa su lugar en el grupo y consiguen una actuación en la fiesta que organizan los hermanos Nicolás y Maya Fritzenwalden en su mansión. Es allí donde su destino se unirá para siempre al de esta familia. Por su parte, Federico es el hermano mayor de la familia que tiene que volver de Alemania, donde trabaja, para hacerse cargo, además de la empresa familiar, de sus cinco hermanos que han quedado huérfanos de padre y madre. Su llegada coincide con la fiesta que han organizado sus hermanos sin su consentimiento y es allí donde se encuentra con Florencia. Pronto comenzarán los choques entre Federico, de educación estricta alemana, serio y responsable, con sus hermanos pequeños. Y tras la fuga del menor, Tomás, quien se refugia en casa de Florencia, habrá una serie de malentendidos que acabarán llevando a Florencia a la mansión para trabajar como niñera. Allí es donde se ganará el cariño de todos: niños, jóvenes, personal de servicio, amigos de la familia, y el amor de Federico, pero también tendrá en contra a Malala y a su hija Delfina, madrina y novia respectivamente de Federico, que se instalarán en la casa y le harán la vida imposible a Florencia, ocultándole un importante secreto. Florencia se enamora perdidamente de Federico. Al ser correspondida por él, empiezan un amor muy hermoso y secreto, el cual se vuelve imposible cuando la malvada hermanastra Delfina hace creer a Federico que está embarazada y moribunda a causa de una gravísima enfermedad, bajo una mentira avalada por un compañero de Federico, el ginecólogo Claudio Bonilla. Ellos superan todos los obstáculos pero al final su amor tiene un giro trágico tras la heroica muerte de Federico en un accidente en el que él se interpuso para salvar la vida del Conde Máximo. De todos modos, Federico tendrá tiempo para despedirse de su gran, único y doloroso amor, y dejar a sus hermanos a cargo del Conde, en lugar de Delfina. Así finaliza la temporada con el encuentro en la espuma de Florencia y el Conde, al igual como ocurrió cuando se conocieron ésta y Federico. Finalmente esto sucede cuando Federico abandona el cuerpo de Máximo para irse definitivamente al cielo.
Segunda Temporada
Después de la muerte de Federico, Florencia conoce al Conde, que resulta ser la causa por la que Federico había muerto, ya que le salvó la vida para que no le atropellase un coche y queda enamorada de él. Flor descubre un vídeo que Federico había grabado, ya fallecido, en la tierra en el cuerpo del Conde diciendo que (Federico "estaba" en Máximo), y que tenía que despertar a su corazón dormido. Florencia y Máximo enfrentan una serie de situaciones divertidas en las cuales tendrán que luchar por defender su amor, puesto que Delfina quiere conquistar a Máximo para quedarse con su fortuna y tener todos los antojos que quiera al ser la condesa de Krikoragán. Pero Máximo se enamora totalmente de Florencia, y Delfina les pondrá una serie de obstáculos para impedir su felicidad y que Florencia cobre la herencia de Santillán, pero no lo logrará. También confundirá con estos obstáculos a Florencia, haciéndola sentirse culpable de su relación con Máximo. Pero la fuerza del destino, las hadas y la magia de Florencia están junto a ellos. Al final ella reclama la herencia y Malala, Delfina y el marido de Malala, Bonilla, terminan en la cárcel por ocultar la verdad. Delfina secuestra a la hija de Flor, Margarita (ya que tuvo trillizos con el Conde) y la Delfina se da cuenta de que ese ser especial, ese bebé, ese milagro de Dios, pudo haber sido suyo si no hubiese sido tan mala y no "odiara" tanto a su esposo. Ella le devuelve la criatura a Florencia y se vuelve buena. Franco al descubrir que él es el adoptado, vuelve con Olivia y se van juntos a un torneo de tenis al extranjero, tras una pelea entre ellos, Olivia vuelve a casa. Al final, cuando Franco vuelve a casa días después se reconcilian. Máximo y Florencia vivirán felices con sus trillizos para toda la vida. Se casan y viven felices por siempre, convirtiéndose así en los padres adoptivos de los niños.